Pan de pascua italiano

Desde bien pequeña, todos los años por pascua, nos juntábamos toda la familia y nos íbamos a comer al campo los dulces típicos de semana santa.

En Alcoy es costumbre comer la "Mona de pascua", una masa elaborada a partir de harina, huevos, azúcar, sal y a la que una vez terminada, se le añade un huevo duro en el medio.

Mientras la vas comiendo, es tradición romper el huevo (supuestamente duro) en la frente de la persona que tengas más cerca o la que hayas elegido como victima.

El problema viene, cuando el huevo no es duro y está crudo.

Os podéis imaginar la cara que se le puede quedar a uno cuando se lo estampan en plena frente y el huevo empieza a derramarse por toda la cara.

Una servidora lo ha sufrido en primera persona y os puedo asegurar que después no había manera de aclararme!! ¡¡Por Dioos!!

Así que hoy, os traigo algo menos "peligroso".

Un Pan italiano de pascua con mini huevos rellenos de chocolate con leche

Así que, si alguien hace el intento de aplastarlos contra mi frente, lo único que podrá salir es chocolate. ¡¡Eso si quiero!!

La masa es súper tierna y esponjosa, entre un pan de leche y un brioche.

En mi caso, siempre hago ración doble, me encanta comerlos al día siguiente remojados en leche caliente. ¡Es una de mis perdiciones!

Por cierto, como sé que me lo preguntareis, la cazuelita rosa que va cargada de huevecitos es de Le Creuset, la podéis conseguir aquí

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Mil besos,
Nadia.

310 ml de leche
85 gr de mantequilla sin sal
2 1/4 cucharaditas de levadura en polvo de panadero
1/4 Pizca de sal
2 huevos, ligeramente batidos
115 gr de azúcar
590 gr de harina de fuerza
Mini huevos pecosos, para decorar

Para pintar las masas:
1 huevo
15 ml de agua


En un bol calienta la leche junto con el azúcar, cuando esté tibia retira del fuego y añade la levadura en polvo, mezcla con una cuchara y deja reposar 10 minutos.

En otro bol calienta la mantequilla hasta que se derrita por completo, retira del fuego y deja reposar.
En el bol de la amasadora, añade los huevos junto con la mitad de la harina, la sal y la mantequilla.

Mezcla hasta que los ingredientes se vayan integrando. Añade la leche, que tenías reservada, junto con el resto de la harina y continua mezclando hasta su completa integración, la masa estará lista cuando comience a despegarse de los lados del bol, si todavía continua pegajosa, amasa durante 5 minutos más. Cuando la masa esté lista, colócala en un bol, cúbrela con papel film y déjala en el frigorífico toda la noche.

Al día siguiente, saca la masa del frigorífico y déjala reposar en un lugar cálido hasta que alcance la temperatura ambiente. Pasado este tiempo, sácala del bol y dale forma sobre una superficie enharinada. Coloca cada una de las masas sobre papel de horno y déjalas reposar al menos una hora y media. (Yo respeté el agujero, introduciendo unos huevos de metal especiales para horno, una vez horneadas, solo tuve que quitar los huevos)

Precalienta el horno a 180º
Bate el huevo junto con el agua y “pinta” cada una de las masas, intenta no dejarte ningún hueco. Introduce las masas en el horno durante 25 minutos o hasta que aprecies que las masas comienzan a dorarse. Puedes comprobar si están cocidas, introduciendo un palillo en la masa, si sale limpio, ya están hechas. Transcurrido este tiempo, sácalas del horno y déjalas reposar sobre una rejilla hasta que se enfríen por completo.


Puedes decorarlas con lo que prefieras, yo utilicé los nuevos huevos pecosos de lacasitos.